¡Oyarce, presente!

Es posible que nadie quiera recordar lo que le sucedió en ese maldito palco del Monumental, pero ha pasado un año del abrupto adiós de Walter Oyarce, una muerte inhumana, estúpida, fruto de la venganza, de la desesperación, fruto de lo que el fútbol y la sociedad jamás deben aceptar.

El “Loquito”, como le decían al muchacho hincha de Alianza Lima, no está más con su familia, con sus amigos, con su gente de a pie, con esos hinchas con quienes compartía su pasión por la camiseta blanquiazul.

La verdad de lo sucedido está en marcha, en observación, hay algunos supuestos responsables entre rejas, pero tiene que saberse lo que ocurrió en esa desgraciada jornada del 24 de setiembre del 2011. Hoy habrá recuerdos, palabras, misas y el grito de ¡Walter, presente!