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Jorge Cazulo a LÍBERO: A los uruguayos nos enseñan a pegar para poder sobrevivir

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Dicen que los uruguayos nacen gladiadores. Que pelean por el honor y el respeto. Es un linaje especial que inculcan desde pequeños, como Leónidas en la película 300, para tener actitud en el campo de juego y luchar siempre, toda la vida...

Jimmy Pulido Alva

Por eso, Jorge Cazulo, mediocampista del Sporting Cristal, se lleva los aplausos por su carácter de juego y su actitud de soldado, sudando la camiseta celeste con prestancia.Eres de los futbolistas que marca la diferencia en La Florida...Me siento bien por lo que hago en el campo. Siempre dije que mi deseo era superarme y crecer más como futbolista.

¿Cuántos pulmones tienes? Te corres toda la cancha y nunca te cansas...(Risas). Tranquilo. Tengo dos nomás. Lo importante es que soy un deportista que se cuida, me exijo en la pretemporada y por ello los resultados. El desgaste que hago es inmenso, pero vale la pena porque peleo por mi equipo.

¿Por qué el uruguayo se caracteriza por “raspar”?Todo uruguayo juega así. Va al frente, nunca arruga. Nos enseñan desde pequeños a poner la pierna fuerte, es la mejor manera para sobrevivir en este deporte, ¿sino cómo? Así pones respeto y miedo para que otra vez no se te crucen en la cancha.

¿Y por qué llevan ese sello?Es una costumbre. Pero los que pegan más son los de Peñarol. Ahí nos enseñaron a cómo dar al rival, pero siempre leales.

¿Con qué “macheteros” jugaste y ahora son famosos?Tengo gran cariño por Peñarol, donde aprendí mucho. Jugué con el “Cebolla” Rodríguez, Mauricio Victorino, Sebastián Coates, Pablo Ledesma y otros que han salido de Peñarol. Ahí  aprendieron a “raspar” y meter la pierna fuerte.

¿Qué te impulsó a venir a jugar en el Perú?Quería otras cosas, consideré que era tiempo de emigrar, por lo que acepté venir y jugar en César Vallejo, donde el profesor Mario Viera me trajo.

¿No tuviste miedo pasar hambre y sufrir mucho?No, porque antes de venir hablé con Héctor Vásquez, Miguel Ximénez, Junior Aliberti, quienes son mis amigos y me dijeron que llegaba a un buen club.

¿Te costó adaptarte?Sí. El fútbol peruano es de mucha técnica, más elaborado, distinto al de Uruguay, que es más directo y rápido. Además, lo que más me costó fue jugar en cancha sintética, así que me adapté lo más rápido posible.

¿A tus 30 años, aún sueñas con jugar en tu selección?A cualquier futbolista le gustaría jugar por su país, pero el universo que existe para escoger a los jugadores es grande. No creo que se dé.

¿Y si te nacionalizas, te animarías a jugar por Perú?No quiero hablar de ese tema porque se malinterpreta. Si me nacionalizo lo haría para ayudar a Cristal a no ocupar un cupo de extranjero.

¿Qué te cambió en la vida?El nacimiento de mi pequeña Isabela, quien es peruana. Mi hijita nació sietemesina y estuvo en la clínica, pero ya está bien. Disfruto de ella todos los días cuando llego a casa.

¿Cómo funciona ahora la sociedad con Carlos Lobatón?Hacemos una buena dupla. Siempre dije que debía prepararme para ser el mejor en mi posición. Además, en lo colectivo el grupo funciona bien. Me siento cómodo con mis compañeros.

¿Te sorprendió el socio?Carlos me hace fácil el trabajo cuando recupero. Tiene buen pase y junto a Sheput y Mariño, Cristal muestra un fútbol diferente, ganador.

¿Cuando llegaste al Perú, imaginaste salir campeón?Uno se traza metas. Me encuentro contento y espero lograr el objetivo mayor. Vamos por ese camino, ya que Cristal tiene jugadores de buen pie y actitud.

¿Y renovaste contrato?Todavía no. Hay deseo de continuar, pero aún no me han dicho nada para renovar.

¿Piensas emigrar a otra liga?Me gustaría quedarme en Cristal, me siento celeste, pero no cierro las puertas si se presenta una oportunidad de jugar en otro país. Todo a su debido tiempo.

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