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Tragó saliva

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Ya dicen que el rostro es el fiel reflejo del alma. Y la cara de Don Sergio ayer decía mucho. Incluso, desde que llegó mostró cuotas de derrota: la bebida que intentó abrir se derramó... Quizá como nuestras ilusiones. Ironías de la vida le dicen.

Entonces llegó las cuatro de la tarde –hora extraña para dar su discurso– y el “Mago” antes de entonar la primera confesión sobre su continuidad, dijo: “Si estoy acá es porque no soy un cobarde y siempre doy la cara”. “No, yo estoy siempre abierto a la decisión que tome la FPF. Este es un contrato abierto, no tenemos penalidades. Es un contrato libre y tengo el propósito de cumplirlo”, dijo.

Sin embargo, después la dejó picando. Es un “zorro”, pues. “Pero si la contraparte me propone una rescisión no va a encontrar oposición. Tengo muy buena relación con todos y no quiero ser un problema, ni impedir el desarrollo del fútbol peruano”,

Hasta ahí todo clarito. Aunque Sergio Markarián no era el mismo, se le notaba cansado. Quizás allí esté el porqué de su viaje repentino a su país en los próximos días. “Son asuntos personales”, indicó.

De otro lado, Markarián mencionó: “Acá hay un tema de esfuerzo. Perdimos la gran oportunidad de dar un salto cuantitativo a la clasificación. Ahora va a depender qué tanto hagamos, tendríamos que sumar por lo menos 14 puntos y la verdad que está difícil”. ¡Mmm...!

El guía secó el vaso y continuó con el mensaje: “Es un tema nuevo esto de la actitud. No nos había pasado en ninguno de los partidos anteriores. Si nosotros quedamos eliminados será porque en este partido clave no tuvimos esa actitud y eso no podemos combatirlo”. “A veces uno se lleva estos cachetazos”, concluyó. 

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