Claudio Pizarro y Juan Vargas discutieron por liderazgo del grupo y generaron caos en la selección

Hasta hace días eran mirados con una sonrisa “Kolynos”, con la palomillada a flor de barrio. Sin embargo, desde la noche tétrica en Asunción, Claudio Pizarro y Juan Vargas han dicho a media saliva y a rostro brusco que hay algo por contar.

 La tragedia en el Defensores del Chaco tiene un por qué y hoy LÍBERO te revelará las debilidades de dos “Fantásticos”.

“El partido se jodió desde la concentración del sábado por la noche en la Videna”, nos dijeron. Allí el “Bombardero” y el “Loco” en afán de poner los puntos claritos, sobre el mentado compromiso, llegaron a una discusión. Cada quien llevó agua para su molino y murió en su ley. “Aquí yo soy el capitán”, sentenció el “14”. El otro volteó los ojos como El Exorcista y en una  regresó el golpe: “Sal y escucha si la gente te saluda”. Algunos pesos pesados pararon la oreja e intervinieron. “Toda esa bronca la sacamos el martes en Asunción”. Y sanseacabó. Aunque las miradas llovían como cuchillos de circo. Trapitos sucios

Aquella rencilla habría quedado flotando, sobre todo después del papelón. “La verdad que todo esto es una vergüenza”, dijo Pizarro una vez terminado el cotejo y enseguida cuestionó sin remordimientos la actitud de algunos.

Esa bronca se trasladó al camarín. El capitán discutió con Paolo Guerrero y como león en celo Vargas habría saltado para apadrinar al “Depredador”. Pizarro, exaltado, le recriminó: “¡Y tú por qué te metes!,  no has podido ni correr con el paraguayo, por eso eres lo que eres”. Y el “Loco” le recordó: “Quieres hacerla de capitán y te tiemblan las piernas a la hora de patear un penal, ¡no jodas!”. No obstante, nada quedó ahí. Hasta la “Pulga” Ruidíaz quiso opinar y Claudio lo silenció. “¡Por qué lo callas, quién te crees!”, dijo Vargas convertido en una fiera. Frente a frente se retaron. Pablo Bengoechea, asistente del “Mago”, gritó: “Se calman todos ¡carajo! y me suben al bus ahorita”. Amén. “Algunos creen que ganarán con su cara bonita”, dijo Claudio antes de partir. Así se fueron todos, cada uno por su lado. Ello desencadenó que el grupo se divida. Ya hay dos religiones.

Esto declaró Claudio Pizarro tras la derrota con Paraguay:

Una "locura" de Juan Vargas nos costó el gol ante Paraguay: