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Estuvo congelado por una garrotera como el Chavo del 8, hasta que dos goles lo devolvieron a la vida y relucieron el brillo de su juego. Yordy Reyna despertó de su letargo y volvió al gol cuando Alianza más necesitaba de su talento.

“Era fundamental ganar este partido, sabíamos que no podíamos perder si no el Boys se nos acercaba, por eso todos corrimos y metimos, el equipo se esforzó al máximo y el trabajo fue bueno, ya que al fin nos libramos del problema de la baja”, puntualizó el atacante.

El “Cohete” vuelve a sonreír, festeja e instala un nuevo baile, no el pegajoso ritmo del caballo, si no el de los “potrillos”, que arman la fiesta por la salvación del equipo. “La figura fuimos todos, por suerte me tocó marcar dos goles y los celebré bailando, hace tiempo no anotaba, tenía muchas ganas y ahora se dio”, sostuvo Reyna, que se convirtió en el máximo artillero grone en la temporada con cinco goles.

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