El fuego del volcán

Para estar acorde con una temporada para el olvido, el final de la novela de Pepe Soto en Alianza Lima no podía tener un desenlace feliz. Por eso, el Melgar lo derrotó con justicia por 2-0 al pie del Misti, y reflejó lo que fue el torneo para los íntimos: un mar de lamentos.

Y no podía ser de otra forma la despedida. Alianza fue la piñata de una fiesta arequipeña, donde el baile rojinegro fue el contraste del funeral de un técnico que llegó como salvador, pero que se quita del club por la puerta falsa, borrando en el hincha la admiración que se ganó en la cancha.

El argentino Bernardo Cuesta desató la euforia local a los 39’, aprovechando la pasividad de la zaga victoriana para “vacunar” a Libman en su despedida. El “Dominó” manejó el lance a su antojo, pero encontró las armas para estirar la cuenta luego que la impotencia por la derrota consumiera el ánimo de Cánova, quien fue expulsado.

Así llegaría el segundo gol de los mistianos a los 87’, cuando el “Zorro” Alva aprovechó un contragolpe para servir el balón a Cuesta, quien solo debió añadirla, y así prolongar el festejo en la Ciudad Blanca luego de la clasificación del Melgar a la Copa Sudamericana.