Locos de remate

Gustavo Peralta/José Saldaña

Poco o nada se puede hablar en el Rímac sobre niveles bajo cero o corazones camuflados en hielo. ¡No, señores! Esa teoría murió, al menos en este grupo que cada entrenamiento lo toma como un duelo de 90 minutos.

Y ello se vio reflejado ayer cuando Erick Delgado y Jesús Álvarez tomaron la voz de mando -a mitad de práctica- para corregir algunas desconcentraciones que se habían presentado. 

El cuerpo para atrás del “Loco” y las manos abiertas de par en par marcaban la primera indicación del capitán. Claro, un pequeño error y se va todo al deshuesadero. 

El “Chasqui” no se quedó callado y apuntó al epicentro. Distintas opiniones entre el guardameta y el central. No llegaba a buen puerto ninguno de los dos puntos de vista...

Entonces, el grupo se reunió alrededor de ambos para zanjar de una vez por todas el tema  y apuntar al mismo horizonte: asegurar mañana el título del campeonato.

El comando técnico ni se hizo presente, pues consideró dicho accionar como un suceso producto de la euforia, del compromiso. “Más vale que los trapitos sucios se laven en casa”, dicen por ahí. Y hasta en ello no se equivocan en tienda celeste.

De otro lado, LÍBERO conoció que la directiva bajopontina estaría revisando la permanencia de Erick Delgado. Al parecer, el “Loco” seguirá una temporada más en el club cervecero. Por ahora es el clamor popular.