0

¡Celestial!

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Deja salir ese grito del alma. Esa furia contenida por siete años, donde la alegría te fue ajena. Desgárrate la garganta con esa frase teñida de celeste. Y salta, llora, vibra, grítalo, porque eres CAMPEÓN. Sí, ¡Cristal campeón! Como lo manda tu historia y como lo forjaste desde el arranque de un año hecho a tu medida.

Y lo lograste con esa fuerza vencedora con la que sacaste chapa de favorito en el Cusco, con un épico triunfo ante Real Garcilaso, y ahora era cuestión de reafirmar tu supremacía futbolística para ver cumplido el sueño de gozar en la gloria. En ese cielo reservado para una raza celeste, donde la felicidad es incontenible.

Porque quien cometió la osadía de llamarte “pecho frío” se equivocó rotundamente. Lobatón, Mariño y Sheput, una volante de lujo que evocó el recuerdo del “Diamante” y demás rimenses consagrados, echaron por tierra esos calificativos y le dieron vida a esta obra de arte que confeccionó pacientemente Roberto Mosquera.

Y fue a los 23’ que el sueño se convirtió en realidad, en los pies de un bendecido Junior Ross, que “vacunó” en la ida y que ayer en el Nacional desató la locura al empalmar un pivoteo de Ávila.

El rival cusqueño mordió el polvo de la derrota con dignidad. Bregando hasta el final con sus limitaciones a cuestas, y con la carencia de la fuerza de un “Oso” como Pando para hacer daño a la zaga bajopontina. Pese al resultado su entrega es para el aplauso y la historia ya les reservó un lugar de privilegio.

El pitazo final de Carrillo era esperado como melodía de ángeles, y al oírlo llegó el festejo descontrolado, el llanto de los que se van y esa satisfacción desmedida por coronar una temporada de ensueño, pintada de celeste con ribetes de oro.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY