Sansón y Wilmar

No necesita vender humo para dejarse comprender, menos pegarla de malo, como sucedía con su patético antecesor, con el propósito de imponerse. Wilmar Valencia solo requiere de sus verdades y, como suele decir, de trabajo y más trabajo.

Mientras juega ciertas cartas –entiéndase refuerzos– que le permitan armar un equipo competitivo, el popular “Bam Bam” pidió creer en su comando técnico y en sus lineamientos de cara al futuro, pero también trazó en primera los objetivos de su gestión como entrenador de Alianza Lima.

“El objetivo es trabajar para llegar a cosas importantes y por ahí tentar la clasificación a una copa internacional en el 2014”.

Es probable que Valencia no quiera tirarse a una piscina sin agua ni pecar de populista. Pero es su verdad, es su historia. Sus argumentos son válidos. “Hay que se realistas. El presupuesto es austero, por ende, tendré un plantel muy joven...”.

¿Entonces? Alianza pugnará por codearse con los de arriba, seguramente le jalará la alfombra a cualquiera, pero pensar en el título hoy resulta todavía prematuro, muy riesgoso.

“Lo que ofrezco es mucho trabajo y seguir potenciando a nuestros chicos”, ha dicho. Es decir, Alianza no perderá su esencia ni hará dormir a sus “potrillos”, al contrario, ellos tendrán mayores responsabilidades en el 2013.