Se la va quitando

Edgar Villamarín no debería estar inquieto y poner en duda su permanencia en el club, dado que pasó con buena nota las pruebas médicas que pusieron en peligro su estadía en Matute, sin embargo, no se siente fijo y eso es un indicativo de que algo malo podría venir.

“No sé qué va a pasar, es la verdad, pues hasta hasta la fecha nadie me ha dicho algo. Tengo contrato hasta diciembre, pero los últimos hechos me dicen que acá cualquier cosa puede pasar”, señaló.

Las lesiones el 2012 fueron su peor enemigo, jugó casi nada y el cuestionamiento de la dirigencia no tardó en llegar, pues hasta el sueldo le pensaron bajar. “Yo quiero quedarme”, concluyó.