¿Qué mensaje alentador darías a los jugadores de la selección peruana Sub 20?

Y una vez más nos quedamos con ese maldito “casi” retumbando en la mente. Con ese nudo en la garganta ahogando el grito de gloria. Con la miel en los labios y esa sed de venganza para cambiar la historia y festejar en la cara del eterno rival. Con ganas de que el error juegue a nuestro favor y que el 1-1 se convierta en victoria. Con ganas, solo ganas, y nada más...

En medio de esta frustración, me quedo con la imagen de un equipo de lucha, de una camada de muchachos valientes, talentosos y dispuestos a dar la vida por su patria, que dejaron el alma en el Sudamericano buscando el esquivo pase al Mundial. Que murieron de pie, cual héroes de antaño, haciendo sufrir a Chile, que vio pender de un hilo su clasificación a Turquía, cuando Édison Flores a los 6’ puso la cabeza para colgar al golero Melo y provocó que el grito de gol retumbe de norte a sur.Pero la alegría duró poco, porque los sureños se sacudieron de ese asombro inicial por el arranque avasallador de los  rojiblancos. Así Rabello a los 33’ metió un cañonazo en el tiro libre que fusiló la esperanza y devolvió la vida a los mapochos.Ahmed apostó por el ingreso de Hinostroza para ganar fútbol y jugar a la peruana, pero con Yordy controlado, Benavente apático y Polo lejos del área, era poco lo que se podía lograr. Reyna tuvo una ocasión. Se la llevó con la mano y definió al cuerpo del arquero.Y a los 88’ quedó demostrado que la duda nunca juega a nuestro favor y Dios a veces nos da la espalda. Centro al área, pase de Flores al medio y Reyna anota, y el ¡GOOOL! salió del alma. Pero fue todo fue una mentira, el banderín del juez de línea levantado, indicaba el fin de la ilusión. Y nuevamente el “casi” golpeando inclemente, y  lágrimas de impotencia cayendo por las mejillas de un país. Se nos fue la opción mundialista pero nos queda la ilusión de contar con una generación que en la selección mayor nos puede devolver la alegría de volver a un Mundial.