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¡Cayó en Brasil!

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Sao Paulo, Brasil}

Hay sueños que empiezan con amargura. Con la desazón a cuestas y una sensación de desesperanza que nubla la ilusión. Cristal lo sufrió así en su debut en la Copa Libertadores, estrellando su entusiasmo  con la carencia de gol, ante un Palmeiras que le ganó con lo justo, con un 2-1 que tal vez no fue merecido, pero en el fútbol poco valen estas razones.

La celeste se cuadró con autoridad en el Pacaembú, buscando poner en práctica ese fútbol de fantasía, de toque sutil que propone Mosquera, aunque a veces no logre el éxito. El cuadro paulista no fue más que los cerveceros, pero hizo de la efectividad su arma letal, así encontró la apertura del marcador a los 39’ gracias a un potente cabezazo de Henrique, tras un córner.

Así se fueron al descanso y en el complemento los rimenses aparecieron motivados y dispuestos a darle vuelta a la historia. Y no tardaron en encender la ilusión cuando a los 51’ Carlos Lobatón fue trabado dentró del área rival. El mismo “Loba” asumió el reto y se paró frente al balón para ejecutar con calidad el disparo que venció la resistencia del golero Prass.

La hazaña era posible y Cristal creció en su juego decidido a adueñarse de los tres puntos, sin embargo, la falta de claridad en ataque le costó caro. Bien dicen que goles que no haces, te los hacen, y el “Verdao” cumplió la regla. Así, tras varios intentos fallidos de los cerveceros, el conjunto local se recuperó e hilvanó una buena jugada de ataque que culminó con el furibundo remate de Vieira a los 67’ para quebrar el Cristal.

Los bajopontinos intentaron la reacción con el ingreso de Arroé y Calcaterra, pero la falta de precisión y las ocasiones desperdiciadas por Rengifo y Ávila en ataque, impidieron el empate de los celestes, que valgan verdades era merecido. Así acabó la historia, con un estreno amargo, pero la esperanza de un futuro mejor en la Copa.           •

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