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¡Te me caíste!

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José Torres Orellana

 

Ese gol huancaíno en el último suspiro fue un disparo certero  al corazón. Un tiro de gracia que asesinó la ilusión y marcó un final de película. Un desenlace preciso para un drama digno de un premio Oscar. 

El 3-2 en contra asemejó un film terrorífico de guión sorprendente que dejó boquiabierto a medio país, y reflejó una realidad alarmante. Un argumento de la vida real que tocó las fibras más sensibles de millones de peruanos, quienes sufren la desgracia de ver a la “U” hecha una lágrima. Un equipo maquillado de protagonista que más parece un extra sin relevancia.

Y las escenas de espanto empezaron temprano. Con un árbitro que también quería su nominación e inventó un penal que fingió Cruzado como ducho actor. Blas López ejecutó a los 36’ y el grito de terror se sintió en el Monumental.

Los cremas eran presa fácil para ese sicario despiadado del largometraje. Una víctima que corrió por su vida sin rumbo, y volvió a tropezar para sufrir otro ataque. Esta vez Mimbela a los 7’ del complemento dejó en ridículo a

“Toñito” y sacó el zurdazo para el segundo gol de Sport Huancayo, que arrancó los pelos del espectador.

ilusión merengue

Pero como en toda película, debía aparecer un héroe. Y fue Miguel Ximénez quien asumió el rol principal. El “Chino” logró el descuento a los 15’ de penal e instaló la esperanza. 

El uruguayo se tomó en serio su papel y a los 29’ se puso la capa de paladín para emparejar las acciones aprovechando un balón servido tras la definición de Carlos Olascuaga. 

Impotente por el resultado transitorio, López se ganó la roja por agresión, mientras Comizzo apuró el debut de Gómez. Y cuando parecía que la historia tendría final feliz, Cruzado se vistió de villano para aniquilar la ilusión a los 47’ y darle el broche de oro al thriller crema.    

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