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Sus ojos chinitos

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José Sotomayor

Cusco

Intentó por todos los medios, pero siempre tuvo una barrera al frente. Si no eran las manos de Jesús Cisneros, era la altura de Cusco. Lejos de ello, Miguel Ximénez luchó como un condenado en el “Ombligo del Mundo”.

El artillero crema tuvo en más de una oportunidad la posibilidad de soltar el máximo grito, sin embargo, la suerte estuvo de espaldas. “Es un buen resultado el que sacamos en Cusco, merecimos ganar”, indicó.

“Tenemos que mantener la actitud que se demostró hoy (ayer). El equipo puede dar más y lo bueno es que no se perdió en una plaza que siempre es complicada”, agregó.

De otro lado, Ximénez tuvo un cruce de palabras con el árbitro Manuel Garay. Sus compañeros lo tuvieron que contener y el réferi lo pintó de amarillo.

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