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Raza grone

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José Torres OrellanaHabía que sentirlo así, aprendiendo a disfrutar desde chico esa satisfacción indescriptible de ganarle al eterno rival. Gozándolo sobre el final, en ese último suspiro, aprovechando los errores garrafales del otro para explotar de felicidad y llevar la blanquiazul al éxtasis.

Así lo ganó Alianza, sin bajar los brazos jamás, logrando un 2-1 agónico, una victoria ajustada que se celebra a rabiar y mantiene a los potrillos en lo más alto del torneo de Promoción y Reservas.

Y es que en el clásico no importa la edad, solo la intensidad desbordante que contagia a cualquiera. Por eso la “U” dio ardua lucha y puso en jaque a ese equipo blanquiazul marcado por la perfección, que no halló la fórmula ganadora en el primer tiempo.

En el complemento Alianza hilvanó una jugada por izquierda a los 51’, que provocó un autogol de Romero. Los merengues lograron la paridad de penal a los 78’ por obra de Chirinos, previa falta de Cánova, quien se ganó la roja.

Pero en la última jugada del lance, a los 92’, la zaga crema se descuida y permite la llegada de Buenaño, quien remata y fuerza al error de Cáceda, quien le regaló el triunfo a Alianza.•

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