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Es hora de disparar: No te pierdas las últimas de El Huérfano

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ES HORA DE DISPARAR... Qué tal, causitas. El Cohete va por buen camino, por eso luego del clásico se guardó al toque en su jato de Santa Beatriz y ayer tempranito fugó a su tierra natal Chiclayo, donde lo esperó toda su familia con un rico seco de cabrito para celebrar su felicidad. Hubo harta marinera y chichita de jora. ¡Vale! Así arrancamos con las últimas de nuestra pelotita...

A pesar de la fama, Yordy sigue recontra humilde y se acuerda de su gente, por eso llevó varios regalos a sus causitas. El zambo regresará recontra renovado para meterle un baile a los rotos, que no pueden ni dormir pensando en sus diabluras. ¡Vestoscón!El Quico de los zambos aprovechó su día libre para ir a visitar a su causa Kukín, que está internado en un hospital chalaco por computarse el Hombre Araña. El grone es su vecino en el barrio de Chucuito y se acuerda cuando el zambo lo apadrinaba de chiquillo en los campeonatos del barrio. ¡Bien ahí!El hijo de Piropo, quien la hizo linda en el clásico, ayer la pegó de galán y se quitó a Plaza San Miguel a comer helados con las matadoras grones. El chibolo se lucía con Mirtha, Vivian y dos chiquillas de buen puntaje, y era la envidia del lugar porque todos se rompían el ojo con las jebas. ¡Curuju!Quien no se hizo paltas por la derrota ante los grones fue el Potro, que anda más sentado que Quiroguita. Mientras todos los cremosos lamentaban perder el clásico, el ¿golero? chapó su caña y se arrancó a Asia, donde se amaneció juergueando en la discoteca Nikita. Allí la hizo linda con unas rubias recontra fuertes y acabó trapo. Encima le reclama al clon de Iván Cruz para que lo haga jugar. ¡Recontra abusivazo!Otro que la hizo recontra linda fue la Joya. Como no sale en lista por el chongo de sus representantes con la directiva, se metió un juergón el jueves en el Embarcadero, donde toneó como los grandes hasta las 6 de la mañana. Así no es, causa...El santo Marinero estuvo lateando por Larcomar, esperando una carne de buen puntaje. El hombre hizo un par de llamadas y al toque llegó una rubia riquisisísima con la que se metió al cine para aprovechar la oscuridad y meterle una buena paleta. Lo malo es que no campeonó. Nooooooo...Chiquito se olvidó del chongo con la Peludita y le puso la puntería a una charapita coquetona de Tarapoto, a la que recoge todas las noches de un casino y se la lleva con rumbo desconocido. El zambo le ha jurado amor eterno y la engríe, pero lo peligroso es que el hermano de la mamacita se llama Pablo y pisa coca en la selva. ¡Suave!Antes de irme, un saludo a mi tío Lalo Archimbaud, quien pronto vuelve a las canchas. Ahora sí, soy fuga. ¡CHAU!...

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