Yordy, gol y punta

José Torres OrellanaBastó un destello de inspiración de esa estrella excluyente del cuadro victoriano para dar rienda suelta a la alegría y abrazar fuerte la punta de un torneo que empieza a teñirse de blanquiazul.

Sí, fue Yordy Reyna el responsable de un nueva alegría para el pueblo íntimo, el causante del furor en la mitad del país que gritó otro gol suyo con el alma para derrotar al Gálvez chimbotano con lo justo.

Con el rigor de una semana caliente retumbando en sus oídos, los grones salieron decididos a dejar atrás la imagen de equipo apático que desató la ira de Wilmar Valencia, e intentaron recobrar la sonrisa.

Sin embargo, no fue tarea fácil, ya que el orden táctico de los visitantes impedían la felicidad. Los intentos eran fallidos, la impotencia consumía las ganas y el error rival parecía el único camino para llegar al éxito.

Y fue así que a los 34’ Alianza le sacó el jugo al infortunio galvista. Un mal despeje defensivo encontró la cabeza del “Zorrito”, que habilitó de inmediato al “Cohete”, quien demostró su calidad en la definición ante la salida del golero Reyes.

Reyna instaló un nuevo festejo, con baile incluido y la clásica garrotera de fondo. Había que celebrar porque la punta era blanquiazul y sus bonos siguen en franco ascenso.

Con el marcador a favor se presumía una supremacía aliancista, pero el equipo volvió a caer en ese amodorramiento de la fecha anterior.El protagonismo fue de la visita que complicó en más de una ocasión y arrancó varios ¡uffff! de la tribuna. El equipo se desconectó por completo y

“Bam Bam” se moría de rabia en la banca por la escasa productividad de sus pupilos.

Yordy tuvo una más sobre el epílogo, pero no supo resolver a tiempo. El pitazo era ansiado como melodía angelical para asegurar tres puntos más y mantener la punta, pero queda claro que si el objetivo es la gloria, hay mucho por corregir.   •