El Tigre y el gatito

Buenos Aires, Argentina

La fiera mostró el colmillo que brillaba como un diamante, mientras la espuma que caía como catarata de su hocico dejaba al propio Jesús al borde del pánico, y disminuido en un error que costó el primero. Quizá el encuentro.

Tigre derrotó 3-1 a Sporting Cristal y lo dejó al borde de la muerte en el Grupo 2 de la Copa Libertadores. De arranque saltó como una bestia salvaje, y a partir del alma de Leandro Leguizamón colocó a los 25 minutos el primer ladrillo. Le ganó el vivo al “Chasqui” Álvarez y definió sobre un costado.

Los dirigidos por Mosquera trataban de respirar en la jaula de Buenos Aires y si respiraban era porque Dios es grande. Tigre cuando atacaba lo hacía en serio; hasta sacaba baldes de sangre en los rimenses.

Y es en la etapa complementaria que el equipo de Gorosito aniquiló al cuadro bajopontino. Matías Pérez a los 48’ marcó el segundo y Rubén Botta hizo lo propio a los 53’

El descuento de Lobatón no sirvió ni para el consuelo. Lejos de nuestras tierras con un garrotazo criminal nos devolvieron a la realidad. Nos devoraron  y nos enterraron en el fondo de la tabla.