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Alerta máxima

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Con el trauma del ataque de la barra a cuestas, era vital tomar los recaudos necesarios para evitar que se repitan acciones lamentables. Por tal motivo, un gran contingente policial volvió a aparecerse en el estadio Monumental para custodiar el entrenamiento crema.

Por pedido expreso del técnico merengue, más de una decena de efectivos del orden llegó al coloso de Ate para velar por la tranquilidad del plantel. De inmediato se ubicaron en la entrada principal del estadio y luego se dirigieron a la tribuna para observar que todo marche en orden en el interior del escenario deportivo.

Comizzo anda asustado por lo ocurrido el lunes y las constantes amenazas en su contra, y temía que los barristas se filtren por algún lugar. Por eso miraba a todos mientras dirigía la práctica “psicoseado” por los sucesos de hace unos días.

La presencia de la policía le devolvió la calma al estratega estudiantil, quien de ahora en adelante dispondrá de estrictas medidas de seguridad para los entrenamientos. Su vida y la de sus pupilos corre peligro, así que prefiere evitar riesgos.     

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