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Todo se derrumbó

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Soportó como Rambo sablazos de indiferencia y hasta los dedos acusadores lo sentenciaron al olvido, pero como no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, Gino Guerrero Lara se puso un chaleco antibalas, empuñó sus armas y salió al frente con su verdad. Esa que lo aleja de Alianza Lima y que podría llevarlo al Sporting de Lisboa, ahí donde juega André Carrillo con cierto éxito.

¿Indisciplina o qué?De un momento a otro fue derivado al equipo reservista. Se habló de recurrentes actos de indisciplina que, obviamente, desmintió. “Me bajaron a la reserva porque no quise renovar. Hace unos días me crucé con el profesor Valencia y me dijo que le ordenaron tal decisión. Según me explicó, él no podía pelear por mí porque también estaba en la cuerda floja”.

JustificaciónEs cierto que nadie de alto rango ha detallado las razones de tamaña situación. Guerrero prosiguió: “Dicen que he cometido actos de indisciplina, ¿pero alguien ha dicho lo que supuestamente hice? No hay una versión oficial del club. Dicen que un día llegue en mal estado a entrenar y eso es mentira”.

Cuestión de solesEl volante reconoce que no quiso renovar su vínculo con Alianza porque la remuneración ofrecida solo le alcanzaba para vivir a pan y agua. “La propuesta no me pareció justa. Yo creo que merezco más, pero ellos dicen que no. Ahora, si no me quieren pagar más que lo digan, pero que no me inventen actos de indisciplina que nunca pasaron. ¿O sea que soy un indisciplinado porque no renuevo?”.

El adiós“Me da pena que ni siquiera hayan respetado el fallecimiento de mi abuelita, que sucedió esta semana, eso habla mucho de las personas. Me voy decepcionado. Yo he peleado por los intereses de la familia que mantengo”. 

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