0

Ángel Comizzo vivió el triunfo de Universitario sobre Juan Aurich desde el túnel

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Tendrá que limarse las uñas porque lejos de su habitual zona por suspensión sufrió como chibolo esperando los resultados del examen de admisión. Ángel Comizzo liberó sus presiones con saltos de puntita, se despeinó y se arregló a la vez, golpeó sus puños como Hulk y enhaló lisuras hasta en hebreo.

“¡Dios, Dios...!”, fue lo único que despeñó tras el gol del chiquito Diego Guastavino sobre Juan Aurich y con el pitazo que bajó el telón del peliagudo partido en Olmos. El argentino sumó una nueva razón para consolidarse en el cargo luego de ciertas críticas y cuestionamientos. Ahora luce rebosante, firme, más contento que perro con dos colas. “Universitario como equipo grande tiene la obligación de proponer  un juego armonioso y contundente en cualquier campo y ante el adversario que sea”. Esa es la teoría de un estratega que llegó con el único crédito de poseer acento argentino, pero que hoy es respetado por sus números y esa capacidad de aguante que cuida con un chaleco antibalas. Comizzo demostró no ser un versero.

EL DATO

Como director técnico, Comizzo dirigió desde marzo junio de 2008 a Talleres de Córdoba. 

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY