0

Dios está con ellos

Únete al canal de WhatsApp de Líbero

La mañana no fue tan fría en La Victoria. Porque Dios te quita, pero también te da. Y así fue. La partida de Yordy Reyna dejó más de un alma rota, pero la presencia de la “magia” eterna elevó los corazones de todos los “potrillos”.          

César Cueto se unió a los trabajos con el primer equipo y la algarabía se instaló en todos los rincones. Como una suerte de amuleto de cara al clásico de  mañana ante Universitario.

“Siempre es importante volver a casa, sobre todo antes de un partido tan importante”, dijo el “Poeta de la Zurda”.

Patadas, puñetes, pelotazos. Todo se consumó para dejarle en claro al compadre que el grupo está más fuerte que nunca. Koichi Aparicio, Johnny Vidales, Branco Serrano y Sergio Pea le dieron la bienvenida.

Incluso, se pusieron a “apostar” en disparos de larga distancia, y al final el “Maestro” se llevó la misma y las palmas. Cueto regresó y parecía que Dios había tocado suelo íntimo.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY