¿Se despide?

Si la permanencia de un técnico dependiera siempre de los resultados, Wilmar Valencia habría sido abatido tras la derrota con San Martín, pero en Matute, si bien algunos lo ven con cara de pocos amigos y otros con rostro de decepción, la mayoría coincide que su despido no es la solución a los problemas.

Otro sería el cantar si es que “Bam Bam” renuncia al cargo agobiado por tanto “manoseo” y agotado de que sus pupilos no rindan lo mejor de sí, pese a largas horas de trabajo y pastoreo. Pero como ello no ha sucedido. seguirá siendo el “bravo” del plantel.   

Los asesores deportivos del club saben del dolor de cabeza diario de Wilmar ante la falta de nivel de varios de sus pupilos, motivo por el cual su equipo no da tres pases seguidos y esta cada vez más lejos del arco rival, por ello potenciarán su nave para que luego no tenga pretextos y se conduzca derecho al objetivo.

 Ello no quita que más de uno de saco y corbata haya cuestionado su poco tino para declarar. Haber dicho que “el trabajo no es tan importante” y que “los jugadores necesitan  psicólogo”, decepcionó tanto que ya no lo ven con los mismos ojos de respeto y confianza.

Ahora, si el equipo pierde ante Sport Huancayo en casa, o lo liquidan o abre la puerta