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Camino a Ate

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Su realidad nos salpica a todos como la AH1N1 y él, como ayer, se encarga de enmarcarla a diario. Descalzo, con los cabellos enredados como sus ideas y tres punteros que lo correteaban peor que a “Timaná”.

Juan Vargas era la purita imagen del muchacho que no lo quiere ni el bodeguero de la esquina. Del tipo que no  consigue equipo ni en la Liga de Magdalena.  

“Vargas viajará el 22 a Italia a resolver su situación, pero su caso nos preocupa”, dijo Sergio Markarián. Claro, sin ritmo de fútbol es un cero a la izquierda ante Uruguay. A partir de ahí, el “Mago” le habría sugerido al “Loco” que repase su posible llegada a Universitario.

Don Sergio no es tonto. Lo quiere cerca. Aquí es más fácil empujarlo de las esquinas y mandarlo a dormir después de “Al Fondo hay Sitio”. Sino mire la foto exclusiva de LÍBERO: con dos guardaespaldas.

Con 29 años en el DNI, Vargas sabe que enfundarse la crema nuevamente lo podría regresar a la vida. Por lo pronto es la puerta más abierta que tiene.

Ya dicen que uno se va para siempre de cualquier lugar, menos de su propio hogar. Y para Juan el suyo es Universitario

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