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Sube como la espuma

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Wilfredo Inostroza

Ese discurso constante y hasta monótono fue el aval del triunfo de Sporting Cristal luego de cuatro jornadas de desazón y tropiezos. Ayer se callaron al fin las críticas que pretendieron resquebrajar los cimientos del último campeón, que buscará emular sus tiempos de glorias en el Descentralizado.

Presionado por los recurrentes traspiés, los celestes asumieron otra vez el papel de candidato, el mismo que se extravió semanas atrás por algún rincón de La Florida.

Irven Ávila, Joazinho Arroé y Renzo Sheput fueron las armas designadas por Mosquera para retomar por las sendas triunfantes ante el actual monarca. El mensaje que tanto profesan en el Rímac ayer recordó que los resultados importan más que un juego vistoso  e intrascendente.

“Joa”, señalado desde su llegada por su deuda futbolística, recordó sus gambetas y fue el artífice de los tantos que permitieron el resurgimiento de los bajopontinos en el Alberto Gallardo.

Transcurría el minuto 14 y tras previa remate de Arroé, Sheput convirtió el primer tanto de la tarde, el mismo que en jornadas anteriores nunca llegó.

Desconfiando de esa diferencia mínima que a veces resulta ingrata, Joazinho, definiendo mismo crack brasileño, anotó el segundo. Era su reconciliación con el aficionado, quien exige cada jornada mayor entrega a quienes portan la camiseta celeste.

Parecía todo consumado, sin embargo, un gol de Víctor Ferreira puso cierto suspenso a la tarde, que finalmente se pintó de celeste pese al grisáceo cielo capitalino. La promesa es confirmar la recuperación el domingo en Urcos.

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