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¡Y Alianza vibra!

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José Torres Orellana

Más que la razón, se impuso el corazón. Ese órgano vital blanquiazul que volvió a latir con fuerza para darle vida a un equipo que parecía zombie desde hace cinco jornadas, pero que ayer recobró la sonrisa. Emiliano Ciucci se disfrazó de paramédico y aplicó un electroshock que revivió a los íntimos y los resurgió de la penumbra.

El estribillo clásico “corazón para ganar” retumbó en Matute para contagiar a los dirigidos por Valencia. Así, sufriendo más de la cuenta por la ineficacia de sus delanteros, los victorianos le pusieron fin a la sequía derrotando a Sport Huancayo por 1-0, con lo justo y necesario para regresar a la pelea en el Descentralizado.

Esta vez el juego bonito no fue la solución, el típico toque aliancista y ese vértigo de sus potrillos no hacían ni cosquillas a un experimentado cuadro huancaíno, por eso se debía apelar a otro camino para encontrar la felicidad. Y allí apareció Ciucci, el aguerrido zaguero argentino para disfrazarse de caudillo -cual “Colo” Ibáñez- para meter el cabezazo a los 40’ y desatar un grito de desahogo.

Con el marcador a favor se presumía una historia más fácil para adueñarse de los tres puntos, pero la pólvora del “Zorrito” y Mostto continúa mojada y erraron goles increíbles.

Sin delanteros que alivien las angustias había que poner el cuchillo entre los dientes y defender el resultado con uñas y dientes. Así el partido se volvió trabado y las faltas mandaron a las duchas a Aparicio (para los grones) y Farfán y el “Soldado” Salazar (para la visita).

El “Checho” Ibarra no estaba en su tarde y por eso Forsyth no pasó angustias. Así Alianza esperó el pitazo final como melodía angelical para meterse tres puntos al bolsillo y volver a la vida con un corazón que ahora vuelve a latir con fuerza.

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