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La Isla del Gallo

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Si en su momento Francisco Pizarro trazó una línea en la Isla del Gallo para saber quiénes continuaban con él en su proyecto de conquista, ayer Wilmar Valencia agarró hasta cinta de mercado para saber las respuestas de sus dirigidos. 

Y es que para nadie es un secreto que la relación entre “Bam Bam” y la Administración Temporal está algo desgastada. Parecido a lo de Laura Bozzo y Alejandro Toledo. Aquí ambos caminan como pareja de telenovela en capítulo de crisis.

Entonces, para Wilmar fue momento de ver qué pupilos estaban con él en el camino, y los que van al otro sendero sin importarles nada.

En la práctica todo era felicidad. Jugaban a la redondela.  Hasta los chistes se celebraban como si los contara “Melcochita”. Así el DT se marchó del Alejandro Villanueva. Cantándole a la vida como Roberto Carlos.

Y cuando el guía iba a cerrar un jueves de pavita con el corazón contento de tener a su grupo como escudo, aparecieron los cánticos desde una no muy lejana laguna. Henry Quinteros habló del partido en Cusco. ¡Ups! Metió la pata.

“Yo soy un empleado del club, si dicen que debemos jugar en Espinar, iremos cuando nos toque jugar ante Cienciano”, dijo Quinteros. La filosofía de Cuba. La postura con la cual no comulgaba Wilmar. Parece que se le chispoteó o no sabía del asuntito. O tiró para la doña.

Lo cierto es que habrá que repasar los discursos en un grupo que parece que juega hasta en el mismo infierno, y un DT que se va quedando con el infortunio en la mano. Ayer, sin querer, le dieron otra vez la contra.             

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