Baile Monumental

José Torres Orellana

Durante tres meses y seis días, Universitario se dio maña para sobrevivir con un Cristal incrustado en el pecho, pero con el corazón latiendo fuerte como guerrero inmortal. Mientras proseguía su camino hacia la gloria, su mente planificaba al milímetro lo que sería su venganza contra ese rival que lo hirió de gravedad  con cuatro puñaladas certeras hace 15 fechas y al que quería pagarle con la misma moneda.

Por 97 días, la “U” imaginó su revancha. El desquite soñado que le daría paz a su alma y así era imposible que falle, ya que conocía de memoria las falencias rimenses.

Comizzo lleva en sus venas sangre italiana y seguro escuchó sobre la “Cosa Nostra” y esa famosa frase de que la venganza es un plato que se come frío.

Y si eso no era suficiente aliciente para salir a quebrar los tres años de “paternidad” celeste, de todas maneras condimentó el duelo que se tiñó de crema con un 3-0 de ensueño.    

Le pintó la caraEl dominio fue merengue de principio a fin. Ruidíaz, Olascuaga y Gómez desesperaron a los bajopontinos, mientras Rainer Torres manejaba los hilos de un conjunto inspirado.

El primer tiempo arrancó varios ¡uff!, ya que Penny evitó la caída de su valla, pero su resistencia no fue eterna. En el complemento empezó el festín. 

A los 62’, Diego Chávez trepó por derecha y le sacó el jugo a un buen servicio de Toñito, fusilando al golero celeste. ¡El Monumental estalló!

El equipo cervecero no encontraba el rumbo, deambulaba en el campo, mientras su rival no mostraba ni un ápice de compasión por su dolor. 

Así fue que a los 75’ un contraataque perfecto fue culminado por Rainer, quien de volea venció a Penny. 

La cereza de la torta la puso Guastavino a los 85’ con potente derechazo que rompió el Cristal que llevaba en el pecho y le otorgó a los merengues el segundo lugar del torneo. 

Una dulce venganza que encamina a la garra crema rumbo al título nacional.