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El Conjuro

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José Luis Saldaña

No hay manera de descifrar el dolor. Tampoco de curarlo. Porque hoy todo está tan lejano que solo queda sortear algunos escorpiones y serpientes que aparecerán en la liguilla para seguir respirando. De lo contrario, los rostros de ayer en Ayacucho se repetirán.

Alianza Lima cayó 3-1 ante Inti Gas en el estadio Ciudad de Cumaná y con ello se colocó en el cuarto puesto de la liguillar impar, a once unidades del puntero Real Garcilaso (recibió un punto de bonificación por la Reserva).

De arranque sacudieron a los victorianos. A los cinco minutos los dirigidos por Wilmar Valencia recibieron la primera cachetada. Óscar Guerra se metió como una flecha en el área de George Forsyth y de un cabezazo mortal clavó el primero.

Los gasíferos se adueñaron del balón y con el traslado del mismo le quitaron el oxígeno a los íntimos. Ciucci, Cartagena y un desconocido Andersen intentaron controlar la fuerza del local, pero fue imposible.

A los 40’, el brasileño Fernando Oliveira marcó el segundo del cotejo desde los doce pasos. Al palo derecho del “Blanco”, quien se estiró inútilmente. La redonda besó las redes del arco aliancista.

En la segunda mitad se calcó el ensañamiento de los ayacuchanos contra los de Matute. A los 60’, nuevamente Oliveira destruyó todo: las ilusiones del hincha y de ese escudo que se apagaba.

Lo de Luis Trujillo a los 71’ fue para el decoro. Para decir que estuvieron presentes. Alianza perdió más que tres puntos y valgan verdades, hoy el título está para verlo con telescopio, salvo que pruebe su grandeza.

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