Trono asegurado

Sergio Markarián supo por un mensaje de texto redactado desde el trono presidencial de la Federación que el Congreso de la República carece de lineamientos legales para fiscalizarlo, investigarlo, revisarle las cuentas bancarias y hasta lo que esconde debajo de su gorrito.

El otrora “Mago” le puso color a sus ojos de tragamonedas y tendría todo listo para engatuzarnos con sus libretos moralistas, con sus primaverales frases y hasta sería capaz de disfrazar de Niño Dios a Manuel Burga con tal de quedarse hasta el fin de nuestros días.

Todo por los US$ 63 mil que se embolsa mes a mes. Pero cuidadito, el uruguayo no paga impuestos, todo corre por obra y gracia de la Federación, le abonan hasta la entrada a Mistura. ¡Quéee cosa! ¿Y eso no es ilegal?

“Por desgracia el Estado solo puede supervisar a la FPF por el acuerdo de la Videna (cedido por 99 años), que es de propiedad del IPD. Luego, no se puede hacer nada. Burga se encuentra bien protegido y cualquier intromisión del Estado demandaría la desafiliación de la FIFA”, precisó la congresista Cecilia Tait, que a punto seguido ensayó un argumento a tomar en cuenta tras el fracaso de la selección. “A veces creo que los resultados son a propósito para que Burga se vaya”.

El asunto es que Markarián no solo se carga US$ 63 mil al mes, sino también se le paga una vivienda ubicada en El Golf de San Isidro, cuya mensualidad rebasaría los US$ 3 mil dólares; además tiene a su disposición un automóvil con chofer y gasolina que obviamente no paga. Además, recibe dos veces al año un par de pasajes aéreos, para él y su esposa, con destinos Lima-Montevideo-Lima.

Hacia la izquierda de esta central podrás leer que don “Marka” gana su platita hasta por usar una gorrita promocional. Con razón es la uña, o la mugre, de Burga. Es su escudero, su soporte, su chaleco, el 911 que Tilsa reclama. Dios los cría y ellos... arrasan. Así solo iremos al Mundialito de Piedras Gordas.