¡Y duele U !

Bastó una brisa para traer abajo esa resistencia casi heroica que construyó la “U” a pesar de la adversidad. Un soplido fuerte para tumbar esa solidez que parecía inalterable, para derribar a Comizzo y despertar fantasmas que parecían exorcizados.

Habrá que echarle la culpa a Pedraza, a De Souza, a esa postergación innecesaria que desconcertó a medio país. Esta vez no hubo “Pulga”, menos “Iniesta” que vuelva a Universitario imbatible. La realidad de una localía cuestionable golpeó en lo profundo a los cremas, desnudando falencias que parecían superadas, pero que siguen siendo el talón de Aquiles de un equipo inexperto que lucha por tocar la gloria.

Redoblar esfuerzos para sopesar la expulsión de Duarte (31’) no bastó. Tanto sopló el “Ciclón” que acabó por destruir el ímpetu de un equipo que hizo de todo para no perder, ya que ganar le era casi imposible.

Se puede decir que se cumplió al pie de la letra la frase futbolera “goles que no haces, goles que te hacen”, porque a los 88’ Ruidíaz en la única clara que tuvo no pudo demostrar su efectividad, y al minuto siguiente un “Búfalo” embistió con furia para herir a los cremas.

Reyes, de buena actuación, centró con precisión desde la izquierda y Ovelar recepcionó con calidad, la bajó con el pecho y definió de zurda ante la salida de Carvallo, cuando el partido ya expiraba, enmudeciendo el Monumental, que vio escapar tres puntos que le podían otorgar desde ya su boleto a la final.

Pero si algo bueno hizo Comizzo es saber alargar la diferencia en la cima de la tabla, por eso la derrota duele duele, pero no es para dramatizar. Ocho puntos de distancia y rivales irregulares detrás suyo, le permiten darse ciertas licencias y sacar provecho de estas caídas para pulir errores.