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Nos hizo magia negra

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La triste historia de Sergio Markarián en la selección peruana se comenzó a escribir hace tres años. En julio del 2010, el “Mago” nos hizo creer que tenía la varita milagrosa para clasificarnos al Mundial después de mucho tiempo.

Sin embargo, aquel uruguayo que sacó campeón a Universitario y Sporting Cristal en la década del noventa, no fue capaz de imponer autoridad en un combinado nacional que impuso sus leyes de vestuario por encima del entrenador.

El gran logro de Markarián fue el tercer lugar de la Copa América 2011 que ilusionó a todo el país. Después de golear (4-1) a Venezuela pensamos que los boletos a Brasil estaban a nuestro alcance.

  Pero la selección es como una empresa donde los empleados tienen que trabajar para el dueño y si algo sale mal, se las deben ingeniar para que el barro no le salpique. Esa fue la función principal de Markarián: proteger a su patrón Manuel Burga ante el rechazo del país.

A ese gran detalle se le sumó una serie de acotencimientos que terminaron por derrumbar al equipo de todos: Lesiones sospechosas, falta de actitud, indisciplinas y muchos engreimientos de los “referentes del extranjero”.

El “Mago” no quiso ser ajeno al circo mediático y se puso el disfraz de payaso, el hazmerreír de Sudamérica. Hoy estamos en el 2013 y todavía sigue buscando a quién desenmascarar.

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