Raúl de la felicidad

Raúl Ruidíaz fue un verdadero dolor de cabeza para la defensa de Cienciano. La “Pulga” no arrugó al chocar contra Acasiete y compañía, y casi marcó su décimo sexto gol en el torneo.

El menudo delantero se las ingenió para llegar con peligro al áerea del “Papá”, tuvo su chance con un remate cruzado que asustó a todos al pasar cerca al arco defendido por Martinuzzi. Estuvo incontrolable.

Incluso, por momentos se juntó con Miguel Ángel Torres, al que encontró como socio en ataque. Aunque se quedó con las ganas de anotar, Ruidíaz celebró el punto de oro ganado en la altura de Espinar. “Fue un gran paso. Ahora a seguir adelante”, declaró el merengue. •