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Sagrado corazón

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José Luis Saldaña

En las graderías permanecen las gargantas como ecos, las lágrimas aún no se secan y las uñas sobre el pavimento son el reflejo de que algo se vivió ayer. Porque si bien Matute en este mes es un templo de milagros, nadie dijo que no iba a existir sufrimiento.

Alianza Lima superó 2 -1 al Real Garcilaso y se metió a la pelea por el play off. Ya tiene 60 unidades y está a dos de Sporting Cristal y a cuatro de la “Máquina Celeste” en la liguilla impar.

El esférico comenzó a rodar sobre el gramado y los dueños de casa intentaron presionar a los del Cusco con la velocidad de Juan Diego Gonzales Vigil, Jorge Bazán y Wilmer Aguirre. Funcionó por ratitos, a medio motor.

Hasta que a los 24 minutos apareció Walter Ibáñez desde los doce pasos para abrir el marcador. Fiel a su estilo: pegada de diablo, arriba, donde reposan las arañas. Ni en avión la sacaba el “Pipa”. “Comando Sur” era un terremoto.

Sin embargo, a los 31’, el “Colo” vivió una experiencia extraña. Se confundió y por tratar de despejar el balón cerró la primera parte con un autogol. George Forsyth no dijo ni auxilio y pagaron caras las consecuencias. Los muchachos de Freddy García se empilaron para escribir una nueva historia en lo que restaba de la batalla.

Todo se ponía de espaldas para los íntimos hasta que ingresó Junior Ponce. El potrillo modificó todo y Alianza volvió a la vida. Claro, y con el disparo a los 60’ de Luis Trujillo.

En La Victoria ganaron raspando. Como lo hacen los ejércitos que sobreviven hasta el final del camino.•

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