Patada a la luna

José Luis Saldaña Si bien aún restan cuatro fechas para los play off, todo hace indicar que el mayor beneficiado de esta jornada fue Real Garcilaso. El empate de ayer entre Alianza Lima y Sporting Cristal permitió que los cusqueños amplíen su ventaja. 

Y es que lo vivido en Matute entre íntimos y celestes fue un calvario, un panorama tangible de la desesperación, un juego de la ruleta rusa sin balas, una pelea de colegiales con puro óvalo. 

“Pancho” pedía una aguja para tatuarse el número en la espalda y saltar al campo. Miguel Ángel no dejaba de fumar como chino en quiebra. Y desde las graderías todo lo que era azul y blanco vivía su propio exorcismo.

Porque valgan verdades, los blanquiazules la sacaron barata. Casi en oferta. Manuel Heredia fue una suerte de superhéroe sin capa. En el primer tiempo colocó la palma derecha y dejó sin grito de gloria a Junior Ross. Simplemente genial. 

En el segundo tiempo tuvo la ocasión de volver a brillar como una estrella. Esta vez Irven Ávila conectó de cabeza, y el “Loco” ayudó. Bueno, se estiró como chicle, arriesgando las extremidades y con la izquierda eliminó lo que era la derrota fija. 

Manuel apretó los puños y lo gritó como un gol. Ya me imagino: cuánta bronca acumulada, cuántos meses abrazado por el anonimato. ¡Ah! Y estaba con tanta suerte, que hasta el palo estuvo de su lado tras un remate de Horacio Calcaterra.

Cristal fue avalancha pura. Alianza corazón, coraje y uno que otro atrevimiento del “Loco”, del “Rifle”. Luego no hubo más en lo deportivo, pues  sobre el final amagaron para jalarse los cabellos. Hasta en eso empataron.

Así se cerró todo: sabiendo que siguen vivos, pero con la tortura en la mente de que hoy dependen de alguien. Y eso en el fútbol es una muerte segura.•