Cuando David venció a Goliat

Si el blanco y el rojo lo habían acompañado ayer, nadie dudaría que era la repetición de algún partido de William Chiroque en la Copa América del 2011. Desequilibrante, encarador y letal.

Pero ante Real Garcilaso se vistió de un tono celestial y jugó como si estuviera en su mismísimo reino. Provocó un penal y anotó un tanto de otro planeta. Tanto que el Alberto Gallardo casi se derrumba.

Y tanta maravilla, tanta magia, tenía que reposar en un motivo inmenso, gigante. Y ninguno mejor que el cariño a un hijo. Así, “Periquito” es capaz de bajarse a tanto Goliat que se le aparece en el camino.

“Mis goles, mis triunfos son para ellas, son lo que mejor que me dio la vida. Reconozco que durante un tiempo estuve lleno de ansiedad y por eso las cosas no me salían, hoy todo fus distinto”, sostuvo el jugador rimense.

Entonces, a los 71 minutos anotó su tercer tanto en el torneo. Se llevó a medio mundo, hasta Freddy García y dejó al “Pipa” Carranza comiendo el césped. El “Extremo Celeste” se puso de pie y quiso entrar al campo para cargarlo. ¡Notable!

Luego el atacante se las ingenió para provocar un penal. El guardameta de la “Máquina Celeste” lo derribó en el área. Para ello lo dejó tirando cintura a Luis Guadalupe. Más de uno pensó que se metió entre sus piernas.

“Estamos por buen camino, pero hoy más que nunca debemos cuidar el primer lugar. Aún restan fechas y nada está dicho.  Estamos luchando para regalarle al hincha el bicampeonato”, cerró.•