Se cayó la ilusión

El sueño se convirtió el pesadilla. La fe se transformó en desilusión. Si aún existía un ápice de esperanza por tentar la gloria, Sport Huancayo, y sobre todo el mismo Alianza Lima, destruyeron la ilusión de medio país con un empate de 1-1 que lo obligó a cerrar anticipadamente una temporada irregular.    

Esa carencia futbolística que fue el mal endémico del equipo, fue la condena aliancista. Aquella triste realidad maquillada con resultados fantasiosos saltó a la luz en su peor forma para ponerle punto final al sueño. Sin fútbol, sin ideas, sin argumentos, lejos de la identidad futbolística blanquiazul, era imposible mantener viva la ilusión de llegar a la final, y quedó en el camino.

La presión del triunfo celeste en Moyobamba desequilibró las emociones de un plantel que no pudo manejar la situación, que intentó dejar el corazón, pero no fue suficiente.

La visita le sacó el jugo a ese desconcierto íntimo y a los 24’ “Manzanita” Hernández conectó un centro desde la izquierda y enmudeció Matute. Sin reacción, muertos en vida al ver cada vez más lejana la final, los grones no fueron capaces de sobreponerse a la adversidad.

Debió ingresar Ponce en el segundo tiempo para inyectarle ánimo al equipo y así lograron la igualdad a los 61’ cuando el inquieto volante genera un penal que convierte el “Colo” Ibáñez.

El tiempo jugaba en contra y la angustia le ganó la partida a los victorianos, que vieron partir sin retorno su sueño, mientras la hinchada hacía sentir su reclamo a aquellos que juegan con sus sentimientos.