Editorial LÍBERO: Una fiesta de infarto en el Monumental

Hoy el estadio Monumental se viste de gala, teñido de crema, dispuesto a hacer sentir su imponente infraestructura para que la segunda final sea de Universitario. La casa se respeta, reza una regla del argot futbolístico, y es menester de Comizzo y compañía hacer valer esta frase para que el suspenso se prolongue y la vergüenza no se apodere del coloso merengue.

En la ida, los cusqueños impusieron su ley y lograron un triunfo que ahora les permite llegar a Ate con la tranquilidad de desarrollar un juego que se acomoda más a su estilo. El empate juega a su favor y les permitirá alzar el trofeo, por eso Petróleo García repotenciará su esquema defensivo para cerrar el pleito en solo dos juegos, aunque en Lima a los imperiales no les fue muy bien este año.

La consigna crema es vencer a como dé lugar para forzar un tercer partido en Huancayo. La confianza por el triunfo es desbordante, tanto es así que ya tienen hasta los pasajes listos para ir a la Incontrastable. No es bueno adelantarse a los hechos, aunque esta vez el peso de la camiseta puede ser decisivo para lograr el objetivo.

¿Se prolongará el suspenso?