La clase del profe

José Luis Saldaña/José Varela

Tendrá la cara de buenito, del profesor que nunca jala en la materia, pero don Guillermo a la hora de trabajar es el primero en poner el hombro, es de los que predica con el ejemplo.

Si hay que cargar los balones para ganarle al tiempo, lo hace; si hay que llamar uno por uno a todos para que estén en fila romana, no se hace paltas. Y, claro, todo seguirá chévere, siempre y cuando sus muchachos acaten órdenes.

El “Topo” –quizá recordando su pasado y sabiendo que hasta su asistente Edgardo Adinolfi es de la misma filosofía– trabajó todo lo referido al bloque defensivo y definición; sin embargo, se puso como sargento en las marcas.

Habló largo y tendido con cada guerrero, sobre todo con Walter Ibáñez, quien será su voz en el terreno de juego. Sanguinetti tiene claro que el “Colo” es una insignia para el resto de muchachos en La Victoria.

Otro de los detalles que se vio ayer fue la exigencia en la parte física. No le quitaba la mirada a nadie. “Se llega hasta el final”, decía. Todos corrían con la intención de ponerse figuritas y eliminar el panetón de fiestas.

Antes de que culmine la sesión, el DT charrúa reunió a todo el plantel. Les habría agradecido por la entrega en estos primeros días. “Bien trabajado, pero se vienen jornadas más duras”. Se conoció que comentó en su cierre. Por el momento todos van felices a sus clases. Ojalá sea así hasta diciembre.•