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En defensa propia

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A este Alianza más lo atacan las bocas que buscan elegancia, que los propios rivales. Los victorianos con Guillermo Sanguinetti no solo recuperaron orden, sino también equilibrio en la parte defensiva: son el plantel que menos goles recibió. Solo cuatro.

Claro, todo es  producto del trabajo, del que todos marquen desde arriba, pero también de los minutos. Roberto Guizasola, Walter Ibáñez, Koichi Aparicio y Luis Trujillo permanecieron en el fondo como estampas.

A ello habría que agregarle el buen momento de George Forsyth. El “Blanco” dejó en claro que las lesiones son cosas del pasado y se dedicó a tapar. Piña para los que aún levantan la ceja sobre su rendimiento. El tipo está respondiendo.

“Al hincha definitivamente le gusta el juego bonito, pero estamos siendo ordenados. Con el paso de los partidos ganaremos algo de eso seguramente”, mencionó el “1” blanquiazul.

Lo de “Cucurucho” no es novedad: el hombre por la banda derecha trabaja y no se hace problemas. La marca es su prioridad y desborda por momentos. No tiene la velocidad de antes, pero tiene inteligencia para dosificar su juego.

Para el lado izquierdo aparece “Talara”. El muchacho de los balones detenidos y en movimiento. El hijo que se queda con “Cueto” a practicar. El ex “Jotita” ataca y ya defiende medianamente bien. Su franja le pertenece y al resto solo le queda esperar su oportunidad.

LA MURALLAEn la línea de centrales se mezcló la experiencia con la juventud. El manejo de los tiempos con las revoluciones. El “Colo” con “Piropito”. Tienen kilómetros de juego desde la temporada anterior. Se comprenden hasta con gestos.

Por ahora ese es el panorama de los blanquiazules en el fondo. Hay cuatro gladiadores dispuestos a sacar la espada para mantener el arco en cero. Aquí solo cuenta alejar el peligro, así sea con la propia vida.

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