Yo soy aquel

Copiar es peligroso, de alto riesgo, una bomba de tiempo. Porque no existen dos tipos iguales, okey, salvo que sean clonados, pero este no es el caso. Por ende, el “Orejas” Flores tendrá que ingeniárselas para cumplir con las decisiones del “Chemo” del Solar.

El ex Villarreal de España (pocos entienden las razones de su inesperado regreso) tendrá su segundo debut en la “U” mañana contra la Vallejo en Trujillo. Un partido con ribetes de examen de admisión. Complicado, enrevesado, una pelea de pulpos. Pero ahí, cuando las papas quemen, deberá mostrar lo que aprendió en Europa, sobre todo en la toma de decisiones, en ese momento de lucidez que permiten ganar las batallas más sangrientas.

El técnico, ni corto ni perezoso, lo necesita en la creación, en esa inventiva que resuelve partidos peliagudos, mordidos, de toma y dame. “Chemo” lo quiere al estilo Diego Guastavino. Despierto, “mosca”, atrevido. Tendrá que romper las líneas con su impresionante rush y su demoniaca habilidad.

Debe ir por aquí y por allá. Literalmente tendrá que “devorarse la cancha”. Obvio, para eso lo trajeron. De modelo de Petroperú no la hace ni al tarjetazo.

“Estoy listo para debutar porque me encuentro física y mentalmente bien”. Señales de temperamento, de valentía, de hombría. Dicen que en España lloró sangre, pero aprendió. “Orejas” regresó también a enseñar. Y “Chemo” lo quiere así, como el “diferente” de un equipo que hoy no gana ni en el yankempó.

Obviamente que Flores tendrá sus lugartenientes, sus cómplices, sus socios. Raúl Ruidíaz y “Canchita” Gonzales tendrán que cuidarle las espaldas, protegerlo, habilitarlo, jugarle de tú a tú. “Haremos diabluras”, ha dicho como presagio de una noche propicia para el reencuentro con el buen fútbol, con el showbol, con el triunfo. Son quince partidos sin ganar. Y eso pesa, lastima, jode. Pero la “U” empezó a cambiar. Y Flores llegó para ser el abanderado.