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¡Qué miedo!

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En silencio, casi sin levantar el polvo de Campo Mar, pero con el traje de superhéroe debajo de la indumentaria de entrenamiento, Édison Flores se esforzó la máximo en el centro de esparcimiento y el domingo jugará su segundo partido con la crema en el pecho. En la cabeza solo reina la idea de ganar.

No es un misterio, “Orejas” comandará la franja izquierda ante Los Caimanes en el Nacional con la obligación de convertirse en salvador y sacar de la crisis al equipo del “Chemo”. Mientras sus compañeros jugaban la Copa, él no perdió tiempo y trabajó a doble turno.

En el planteamiento del técnico, Flores le dará velocidad a la banda zurda, sus diagonales serán peligrosas como leones hambrientos y sus pases se transfomarán en espadas para que Raúl Ruidíaz asesine al arquero rival. “El grupo recuperó la actitud, vengo a aportar con mi juego en momentos difíciles pero estoy seguro que llegará la alegría”, indicó el volante de 19 años.

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