¡Huevos duros!

La garra charrúa hervirá, las gotas de sudor caerán como chorros de sangre y el pundonor sobrará sobre el Estadio Nacional, campo de batalla del duelo entre los uruguayos Pablo Míguez y Jorge Cazulo. Ambos mariscales vivirán su partido en la zona vital de la cancha: el mediocampo.

Cada balón valdrá como el tesoro escondido en alguna isla lejana, las tibias tronarán al mismo estilo de huesos crujientes. El “Cotorra” y “Piqui” dejarán el alma sobre el césped, pero solo uno abandonará el recinto con la sonrisa de gladiador: aquel que sume los tres puntos.

No será necesario portar cuchillos ni armadura, menos espadas; la garra de los charrúas, acompañada de su calidad con los pies, serán sus armas. El duelo individual lo viene ganando el “grone”: marcó de palomita en la primera ronda.

El premio al ganador será la chance intacta de luchar por el título. Los blanquiazules son líderes con 20 puntos, mientras los cerveceros le respiran la nuca con tres menos.