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A paso de CAMPEÓN

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Si habían unas madres que ayer querían sonreír, eran las madres del pueblo. Y se han quedado con las ganas, con la frustración tras la posición adelantada de Mauro Guevgeozián, con la imagen del “Topo” arrojando, de pura impotencia,  el saco  en medio de los escombros.

Los íntimos han tenido todo  -Juan Aurich perdió contra Sporting Cristal- para dar un pasito a la gloria, pero decidieron preservar la vida en el infierno de Moyobamba y así asegurar el puntito.

Porque este 1-1 ante Unión Comercio no es para ir con el pecho inflado, pero sirve para definir -hasta con un empate la próxima fecha contra Inti Gas en Matute- el pase a la final de este Torneo del Inca.

LOS DE SIEMPRE

Ayer la columna vertebral volvió a demostrar los galones. George Forsyth sacó de las esquinas  lo que es imposible hasta en el PlayStation, se arrojó a los botines del contrincante para aturdirlo y así los minimizó y demostró que para lograr un objetivo hay que trabajar como obrero y sufrir como perro.

El “Colo” volvió a lo suyo. Al disparo desde los doce pasos para asegurar. Al orden. A lo que de manera silenciosa nos tiene acostumbrados: a pegar duro sin que nadie se dé cuenta, a dejar heridas en el campo de batalla.

Arriba pasó lo que el destino quiere: que todo se defina en el último suspiro. El “Armenio” las tuvo cerca, pero la pelota no quiso entrar, se puso terca, odiosa, antipática.

Los de la Selva conservaron su invicto de local, gracias a Moreno y demostraron que de papayita no tienen nada. Las madres del pueblo tendrán que esperar una semanita más para celebrar. Lo bueno es que estas madres nunca juzgan, solo esperan y quieren.

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