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¡Machazo!

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El nudo en la garganta del “Topo” apretaba con fuerza por ver el título escaparse. El técnico miró al banco en búsqueda de soluciones y envió a la cancha a Junior Ponce en reemplazo de Guillermo Guizasola sobre los 65’. Así, Alianza ganó verticalidad en ataque.

El volante fue un demonio, no creyó en “santos”, desde su ingreso se comió la banda derecha, participó en el descuento de Aparicio (84’) con un centro venenoso, mal despejado por la defensa alba.

Cuando las piernas de sus compañeros no respondían por el cansancio, Ponce se las ingenió para romper cinturas rivales. Además, inició la jugada del empate, dibujó a Carlos Fernández, quien salió a la marca. Rebotera y gol del “Rifle” (90’). El alma volvió al cuerpo de los aliancistas.

“No merecíamos perder esta final, el equipo jugó con huevos, nunca bajamos los brazos. La hinchada nos apoyó siempre y para ella es el triunfo. Ahora a pensar en el Apertura”, confesó claramente emocionado el volante blanquiazul.

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