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Magia blanca

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La verticalidad, la explosión y la habilidad que poseen tanto Gabriel Costa como Christian Cueva siempre que fueron utilizados en función de equipo dieron buenos resultados al punto de ser considerados por Guillermo Sanguinetti en los ases decisivos de su oncena.

Y es que, además de lo anteriormente dicho, este par dentro de la cancha deja la sensación de poseer más de dos pulmones en la lucha por cada balón dividido y al momento de realizar los circuitos por distintas zonas del cuadrilátero.

“El desgaste físico que tienen ambos es impresionante, ahora, ellos nunca te van para atrás, siempre buscan el arco rival y eso es importante para lo que pretendemos”, indicó en algún momento el “Topo”.

Sin embargo, más allá de la labor de hormiga que realizan, este dúo ganador ha sumado su granito de arena para que el equipo haya adquirido un mayor flujo de fútbol y por consiguiente, más ocasiones de gol facilitando la labor a Mauro Guevgeozián, quien acaba de volver por sus fueros.

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