Corredor AZUL

La clave para salir campeón es apaciguar los ánimos en el momento justo, tomar un respiro y dominar la ansiedad propia de esas ansias de consagración. Eso logró Cristal para vencer a Cienciano por 2-0 y convertirse en el nuevo líder del torneo Clausura.

La punta de tiñó de celeste, y reposará en esos colores por algunos días o tal vez para siempre, para felicidad de rimenses y envidia de blanquiazules, que vieron arrebatada su ubicación de privilegio.

La obligación por vencer y escalar hasta la cúspide de la tabla le jugó en contra en un inicio a los bajopontinos. El “Papá” se asentó con frialdad en el campo e impidió que les pinten la cara haciendo que más de un cervecero se coma las uñas.

No había lujos que valgan, ni genialidades capaces de asegurar una victoria. Los minutos transcurrían y no había forma de romper el candado rojo.

Empero, la resistencia cusqueña se derrumbó en el segundo tiempo, golpeada por ese espíritu combativo de los “chibolos” celestes. Primero Luiz Da Silva a los 53’ conectó un centro sutil de Lobatón, para remecer el estadio Alberto Gallardo.

La calma volvía a las almas rimenses, y la ilusión del título se agigantó más que nunca. Unos minutos después se instaló la felicidad plena cuando a los 58’ Edinson Chávez le metió la puntita para introducir un balón caprichoso en el arco imperial. Gol y punta, y todos a celebrar con harta “chela”.

Con el marcador a favor y la cima de la tabla en el bolsillo, había que soltar el acelerador y pensar en lo que viene. Alianza será el próximo rival en una definición de infarto que marcará el destino de los cerveceros. La punta puede seguir siendo celeste, o todo habrá sido una ilusión. Corren las apuestas.