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Su escudo es un CORAZÓN

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Con uno menos casi todo el segundo tiempo, con el pecho rojo de George Forsyth después de tanto pelotazo, con la pólvora y las lágrimas de Mauro Guevgeozián, que anotó dos, Alianza Lima consiguió lo imposible: ganarle a Melgar en Arequipa y forzar una definición por el Clausura contra Sporting Cristal.Con todo eso y el corazón que dejaba de latir cada tanto en el “pueblo”, los dirigidos por Guillermo Sanguinetti sacaron un 2-3 de otro planeta. Casi sin piernas, estáticos por el cansancio de la altura, casi con el cuerpo a tierra demostraron de qué están hechos.Bernardo Cuesta abrió el marcador para el cuadro “Dominó”. Así murió el primer tiempo, con todo el mundo pensando de que no había solución a lo que se venía. Que Melgar se hacía fuerte en su patio y, de pasadita, ayudaba a los rimenses, que con el empate que estaban sacando ante Los Caimanes en Chiclayo les alcanzaba.VOLVIÓ EL “GÜEVO”La etapa complementaria preocupó en sus primeros instantes a los íntimos. Gabriel Costa impactó a un recogebolas y miró la roja. La tarde se volvió oscura para los de La Victoria en la Ciudad Blanca. Y cuando todo parecía condenado a un dolor profundo, apareció el artillero...Guevgeozián marcó el empate, pero ni celebró. Sabía que la consigna era ganar. Entonces, Julio Landauri trató de calmarlo con un zapatazo de larga distancia. 2-1 para Alianza.

Y cuando parecía que quedaba ahí todo, Minzum Quina empató. El “Topo” se quería desmayar, su gente también. Casi todos miraban al cielo y no entendían nada. PeroGuevgeozián no se rindió y con el cuerpo molido marcó el tercero, marcó un tanto que vale casi un título.

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