Rumbo al Mundial

EL PERÚ está libre –por fin– de 12 años de fracasos. Edwin Oviedo juramentó ayer como presidente de la FPF y 30 millones de peruanos rezan para que su llegada salve a nuestro balompié del hoyo en el que caímos en los últimos tiempos.

Pasadas las 5:00 p.m., Oviedo lucía nervioso. Escuchaba atento el vergonzoso discurso de Manuel Burga, quien mismo Sergio Markarián trataba de justificar sus “males”, caídas y achaques atacando a la prensa.

Luego fue el turno del flamante nuevo mandamás. Subió al escenario y prometió limpiar la Videna de tanto dolor.El emprendimiento que le valió convertirse en uno de los empresarios más exitosos del país y posteriormente tomar las riendas de uno de los clubes más tradicionales del norte del país, avalan unos promisorios cuatro años de mandato.

¿Rusia 2018? El sueño mundialista de todo un país es también la ilusión del hasta ayer conocido como el “Abramovich del Norte”. “Nuestra principal misión es trabajar en busca de la clasificación. Queremos volver al Mundial”,  fueron las declaraciones de Oviedo, que reflejan su entusiasmo.

Eso sí, tamañas hazañas necesitan de cruzadas comprometiendo a todos. Desde Tumbes hasta Tacna deberán formar parte de esta nueva etapa. “Sabemos que es una tarea ardua y complicada, pero también que los peruanos sabemos estar unidos cuando el reto es mayor”, precisó.

Incluso, el primer cambio revolucionarío sería la casa de la “sele”, que para las venideras Eliminatorias cambiará Lima por la altura del Cusco. Es que en la vida y en el fútbol hay que acostumbrarse a ganar.