¡Pongan “Güevo”!

La incertidumbre de no saber dónde jugar y la posibilidad, incluso, de que se postergue el partido, desconcentró a Alianza Lima previo al duelo con Unión Comercio. Víctima o no de la informalidad de nuestro fútbol, los íntimos están en la necesidad de seguir sumando en el Torneo del Inca y si es de a tres, mucho mejor todavía.

Desde su temprana eliminación copera a costa de Huracán y su mal debut ante Huancayo, Alianza no la pasó bien. Problemas con la barra ensombrecieron su presente, pero como no hay mal que dure para siempre, salieron a la luz con el primer triunfo oficial del año ante Sport Loreto.

Aquella noche el grito de gol que dio Mauro Guevgeozián, se escuchó en todos los rincones donde latía un corazón blanquiazul. El triunfo que era requerido más que el dolar por estos tiempos, fue el mejor regalo para el club que estuvo de mantel largo al conmemorarse  114 años de vida institucional.

Pero no se librarían tan fácil de sus problemas, porque ahí nomás, Cedrón tiró las armas para regresar a Vallejo y Deza fue protagonista de otro escándalo. Para variar, a última hora, las autoridades le dieron luz verde al estadio de Huacho.